No os penséis que cuando tengáis que hacer  una reclamación en alguna oficina del consumidor, estará Holly, esto solo le pasa a la gente con mucha suerte.

Y el muchacho ha tenido la suerte de llegar a la oficina en la que trabaja Holly Halston, quien aunque parece algo atareada porque esta desayunando en seguida se desvive por el problema del chico.

Tanto se desvive que le dice si puede hacer algo por ayudarle y al poco ya empieza a insinuarse.

Nadie se puede resistir a los encantos de esta rubia de grandes tetas casi explosivas a la que le gusta donde sea, y con quien sea.

Hasta yo se la metería con la fuerza que lo hace él, levantándola de la mesa en cada empujón.

Esto no pasa mucho por aquí… pero nunca se sabe. Paciencia, todo llega.