Ponerle precio a las tetas de Laura sería algo difícil, no por su peso, si no por el juego que pueden dar.
Y es que como se suele decir eso de que… ‘tiran más dos tetas que dos carretas’ pues tienen razón, pero lo que al pobre amigo de Laura le ha provocado ha sido un ataque de hambre y necesita comérselas.
Laura necesita más que solo eso y se marcan un buen 69, y luego un buen polvo sobre el sofá.
Y para culminar este polvo, una deliciosa cubana, una gran especialidad de Laura, y una corrida en la boca como agradecimiento.
Que te aproveche Laura y hasta pronto, que seguro que el buen muchacho querrá repetir con esas tetas ¿Y quién no?